La Federación de Celiacos de Canarias (FECECAN), junto con la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) realizarán unas jornadas sobre la enfermedad celiaca

El próximo 26 de octubre, la Federación de Celiacos de Canarias (FECECAN), junto con la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE), se reunirá con el Defensor del Pueblo, en unas jornadas de trabajo que servirán para el estudio de la situación de las personas con enfermedad celiaca.

En estas jornadas se planteará la situación del colectivo celiaco desde una perspectiva integral, lo que comprende aspectos clínicos, asistenciales, sociales y económicos.

Loly Prieto, presidenta de FECECAN y ACET, participa en representación de los celiacos del territorio no peninsular, en este caso, de los celiacos de Canarias, para poner en valor las singularidades de las condiciones de los celiacos de las islas.

Previo a esta cita, se ha realizado una consulta para preguntar a los celiacos del archipiélago cuales son sus demandas, entre las que destacan: los precios, variedad de productos sin gluten, y la situación de los enfermos celiacos de las islas menores.

FECECAN es la Federación que representa a las asociaciones de celiacos de Canarias: ASOCEPA (Asociación de Celiacos de la Provincia de Las Palmas) y ACET (Asociación Celíaca de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife)

La enfermedad celíaca, (EC), es un intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente a la avena, que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.

La prevalencia estimada en los europeos y sus descendientes es del 1%, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1.

Un porcentaje importante de pacientes (75%) están sin diagnosticar debido, en su mayor parte, a que la EC durante años se ha relacionado, exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica.

Su tratamiento consiste en el seguimiento de una dieta estricta sin gluten durante toda la vida. Esto conlleva una normalización clínica y funcional, así como la reparación de la lesión vellositaria. El celíaco debe basar su dieta en alimentos naturales: legumbres, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten: arroz y maíz. Deben evitarse, en la medida de lo posible, los alimentos elaborados y/o envasados, ya que en estos es más difícil garantizar la ausencia de gluten.

La ingestión de pequeñas cantidades de gluten, de una manera continuada, puede causar trastornos importantes y no deseables.